Ecoacción: jóvenes de Conviventia que demostraron que la ciencia también tiene corazón

Un logro que nace de la fe y la perseverancia

El proyecto Ecoacción, desarrollado por estudiantes del Colegio Dios es Amor Lucero Alto de Conviventia, se convirtió en un símbolo de fe, esfuerzo y esperanza al representar a Colombia en la Expo Ciencia y Felicidad realizada en España.
Este evento internacional reunió a jóvenes, docentes y proyectos de diferentes países con un mismo propósito: mostrar cómo la ciencia y la educación pueden transformar vidas.

Para la líder del proyecto, Elena Martínez, ver a sus estudiantes en ese escenario fue profundamente inspirador.

“Nuestros chicos no solo presentaron una propuesta científica, sino una forma de ver el mundo desde el servicio, la creatividad y la fe. Verlos compartir con tanta pasión y amor fue un orgullo inmenso.”

La experiencia reafirmó el compromiso de Conviventia con una educación que combina excelencia académica y valores cristianos, impulsando una transformación sostenible desde las aulas.

Una comunidad unida por un mismo propósito

Elena Martínez también expresó un agradecimiento especial a todas las personas que hicieron posible este sueño:

“Gracias a la Sra. Missy, por su apoyo constante en oración y en lo económico; al Colegio Lucero, por su fe inquebrantable; a cada funcionario que ofreció su tiempo y recursos; a los padres de familia por su entusiasmo; y a nuestra rectora por su liderazgo y determinación. Este logro es fruto de un esfuerzo conjunto y de un mismo propósito: demostrar que la ciencia tiene corazón cuando se pone al servicio de los demás.”

Asimismo, extendió su gratitud a los colegios hermanos Dios es Amor de Cazucá, Cartagena y Barranquilla, por su apoyo en oración y acompañamiento, y al Colegio Los Sauces de España, por su hospitalidad y amor durante la estancia del grupo.

Fe que trasciende fronteras

El estudiante Erick Samuel Oyola resumió el viaje en una sola palabra: fe”.

“Desde que nos subimos al avión hasta que regresamos, todo se resume en fe. Dios nunca nos dejó. Aunque los recursos eran escasos, seguimos trabajando con la certeza de que sí se podía. Más que inspirar a un país, queríamos inspirar a los chicos del colegio, mostrarles que también ellos pueden lograr grandes cosas.”

Su testimonio refleja cómo este proyecto no solo impulsó el aprendizaje científico, sino también la confianza espiritual y el sentido de propósito de los jóvenes.

Una experiencia de encuentro con Dios

Para David Joan Rosero, el viaje fue una respuesta a sus dudas y una revelación espiritual:

“Estaba pasando por un momento difícil y me preguntaba dónde estaba Dios. En cada situación de este viaje, Él se manifestó a través de personas que nos ayudaron y nos mostraron su amor. Entendí que Dios está para todos, y eso cambió mi vida.”

Esta vivencia fortaleció su fe y reafirmó la misión de Conviventia de acompañar a los jóvenes no solo en su formación académica, sino también en su crecimiento espiritual.

Soñar, creer y transformar

La egresada Leora Valentina Gómez recordó con emoción la lucha constante que vivieron:

“No teníamos el cómo, pero sí el por qué. Teníamos las ganas, la fe, y eso bastó. Este viaje no solo nos enseñó sobre ciencia, sino sobre quiénes somos. Nos hizo descubrir facetas de nosotros mismos que no conocíamos.”

Para estos jóvenes, la Expo Ciencia y Felicidad 2025 no fue solo una competencia internacional, sino un testimonio vivo de que cuando los sueños se construyen con fe, trabajo en equipo y amor por el servicio, la transformación sí es posible.

Conviventia celebra este logro que demuestra que la educación con propósito, basada en valores cristianos, puede iluminar caminos y cambiar realidades en las comunidades más necesitadas.

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