Marcela se describe como una mujer creativa. Aprendió de su experiencia de vida a buscar alternativas para sobrevivir y sacar adelante a sus hijos. Un día se le ocurrió usar una tela enrollada en su cabeza; le gusto y siguió haciendo diversos diseños con retazos de tela, porque además de útil, sus piezas eran lindas y llamaban la atención. Es así como surgió en su idea de negocio. Comenzó un aprendizaje alrededor del tema e indago sobre su producción. En la actualidad fábrica turbantes con residuos industriales. Su argumento es que la confección es una de las actividades que produce mayor contaminación en el mundo.
Gracias a su participación en el centro CONECTA, su emprendimiento se fortaleció. Marcela relata: “Fue una experiencia muy significativa, porque yo pensaba que el emprendimiento era solo fabricar y vender, pero en CONECTA aprendí a calcular bien los costos, acerca del mercadeo, a segmentar el mercado y la importancia de organizar mejor mi emprendimiento. “Encontré en los funcionarios mucha calidez. Ellos se interesan realmente en nuestro progreso”.
Su familia está involucrada con el emprendimiento, cada uno tiene un rol en el diseño y elaboración y comercialización de las piezas y además han desarrollado una línea femenina y otra masculina. ‘Majula’ ha crecido un 70% en ventas. Ahora sueña con ampliar su portafolio para incluir bolsos, chaquetas, y tener un local como punto de venta.