La Navidad de este año fue un tiempo de esperanza cumplida y alegría compartida. Gracias a las donaciones recibidas en nuestra campaña de Navidad, en Conviventia logramos alcanzar la meta propuesta y llevar sonrisas a cientos de niños y niñas: 2.106 regalos fueron entregados, asegurando que cada participante de nuestros proyectos viviera una Navidad llena de amor y dignidad.
Una meta cumplida, muchos corazones felices
El objetivo de la campaña era claro: que ningún niño se quedara sin regalo, Porque dar es ver llegar. Hoy celebramos con gratitud que esta meta se cumplió. Cada obsequio representó mucho más que un detalle material; fue un mensaje de cuidado, esperanza y acompañamiento para los niños, niñas y jóvenes que hacen parte de Conviventia.
Jornadas de entrega en distintos territorios
Las jornadas de entrega se realizaron en los cuatro colegios Dios es Amor:
- Cartagena
- Barranquilla
- Lucero Alto
- Altos de Cazucá
Además, los regalos llegaron a los niños y niñas del Centro de Desarrollo Comunitario (CDC), donde realizamos procesos de acompañamiento estudiantil, y al Centro de Desarrollo Infantil (CDI) en Las Cruces, que atiende a los más pequeños en etapa de jardín.
La alegría también se extendió hasta La Guajira, donde se vivieron emotivos espacios de celebración y encuentro comunitario.
Donaciones que se transforman en esperanza
Cada jornada fue posible gracias a la generosidad de personas, familias y aliados que confiaron en nuestra misión y decidieron donar. Sus aportes hicieron realidad una Navidad distinta, donde el amor se expresó en acciones concretas y donde cada niño, niña y joven pudo sentirse visto, valorado y celebrado.
La Navidad que construimos juntos
En Conviventia creemos que la solidaridad transforma realidades. Estas jornadas de entrega nos recuerdan que, cuando trabajamos juntos, es posible llevar esperanza a más territorios y seguir sembrando sonrisas que perduran más allá de la Navidad.🎄 Gracias a todos los donantes por hacer parte de esta historia de amor y compromiso. Cada regalo entregado es una semilla de esperanza para el futuro.
